La proyección es un mecanismo de
defensa que nos surge a todos de manera inconsciente con las personas que nos rodean, tanto con nuestros amigos más
íntimos como con personas que acabamos de conocer. Además, hay que tener en
cuenta que puede aparecer en todos los ámbitos: familiar, laboral, estudiantil,
en tiempo de ocio… Pero vamos a explicarlo con ejemplos para que quede más
claro.
“No sé por qué, pero me presentaron a una chica el otro día y sin
conocerla ya me cayó mal”, “Mira que a mucha gente le cae bien este chico, pero
es que yo no le trago, y mira que no es mala persona, no sé qué me pasa…”, “no
sé cómo te puede caer bien mi prima, no la aguanto”.
Todos nos hemos planteado esto
alguna vez, pero… ¿Por qué nos pasa? También puede ocurrir a la inversa: “Intento caerle bien a tu amiga, pero es que
es imposible, no le caigo bien desde el principio”, “Por muy maja y agradable
que sea, siempre hay alguien que me critica, no lo entiendo”, “tu madre no me
soporta ni aunque le regale un diamante de swarovski”. Esto serían
proyecciones negativas hacia los demás y de los demás hacia a uno mismo.
Y, por lo contrario, también
pueden surgir proyecciones positivas, que sobre todo ocurren cuando nos enamoramos:
“esta chica me encanta, tiene algo y no
sé qué es, pero tenemos buen feeling”, “¡oye tu amigo tiene algo que me hace
sentir como si nos conociésemos de toda la vida!”.
Esto que es tan habitual en el
día a día, tiene una explicación. En las proyecciones, atribuimos a los demás
nuestras propias virtudes y nuestros propios defectos, incluso nuestras
carencias. En las negativas, cuando hay algo que no aceptamos de nosotros
mismos, lo exteriorizamos, proyectamos sentimientos o pensamientos que de
aceptarlos como nuestros nos generarían ansiedad o malestar, así que los
ponemos en otras personas (u objetos), haciendo así que “nos caigan mal”. En las proyecciones positivas, en
cambio, atribuimos cualidades que admiramos o que nos encantan, creando así una
buena conexión con esa persona e incluso llegándonos a enamorar de ella.
Y… ¿de qué depende el tipo de
proyecciones que hagamos? Pues de nuestra historia personal de vida. Los acontecimientos,
tanto positivos como negativos, que nos van ocurriendo a lo largo de nuestra
vida y cómo vamos gestionándolos, nuestra educación, nuestro modelo familiar,
nuestros valores creados, nos hacen ser de una manera o de otra, aceptándonos
más o menos, haciendo que nuestra estima sea mayor o menor. Es decir, cada
persona proyectará unos sentimientos o pensamientos u otros dependiendo de su
pasado y de su forma de ver las cosas.
Consejo para los que se preocupan en caer y quedar bien… Como ves, no tienes control sobre esto, un porcentaje bastante
alto de que caigas bien o mal a alguien depende de la historia de vida de esa
persona y de cómo te vea a partir de su filtro personal, y un pequeño
porcentaje depende de cómo te comportes tú con ella. Así que…
¡No gastes energía, no te
preocupes y se tú allá donde vayas, solo así serás libre!
"No conozco la clave del éxito, pero se que la clave del fracaso es intentar complacer
a todo el mundo" Woody Alen.